Acorazada

En determinado momento de la vida, las mujeres (no se si a los hombres tambien le pasará) nos formamos una coraza impenetrable, que por un lado nos protege de volver a dañarnos nuestro corazón con situaciones ya vividas pero por el otro no nos permite mostrarnos tal cual somos.

Vamos a un ejemplo concreto: Tanto hemos sufrido al entregarnos de lleno , de frente, con la verdad en nuestras relaciones anteriores , que ahora, cuando conocemos a alguien nuestro discruso es :
- Estoy bien asi, no quiero rollos, solo quiero disfrutar buenos momentos, no quiero relaciones tormentosas, no estoy mal estando sola.

Que sucede con esto? Por un lado, si no mostramos nuestra necesidad de estar con un hombre, no les damos lugar , y donde no hay lugar, nadie puede intentar entrar. Por ende estamos solas.
Pero por otro tantas veces hemos dicho, expresado, verbalizado nuestras ganas de estar en pareja que aprendimos que esto los asusta, los espanta y los hace volar. Por ende estamos solas.

Lo peor del caso es que al haber fabricado inconcientemente esa coraza de la que hablábamos, nos encontramos diciendo cosas que no son las que realmente sentimos, o queremos expresar, y llega un punto que hasta nosotras mismas nos creemos ese discurso.

Porque si bien es cierto que no estamos mal estando solas, sabemos que estaríamos mucho mejor compartiendo la vida con alguien.