El sabor del desencuentro

Terminamos en la oficina, después de un día agotador de trabajo. Decenas de llamados, mails y unas cuantas entrevistas nos aturdieron durante todo el dia.

Esa noche mis hijos no dormían conmigo. No había planes concretos. No había propuestas en firme. Quienes tenemos hijos sabemos que al estar con ellos no queda margen para el aburrimiento. El tema es pasar las otras noches .
Salimos con una de las chicas en silencio caminando para el mismo lado. El frío nos congelaba el aliento. Llovía. Nos miramos y las dos suspiramos al mismo tiempo, y con el tono irónico que nos caracteriza dije:
- Buenoooooo, se viene otra noche solitaria.
y ella me contestó:
- Tenemos de acá hasta llegar a nuestras casas para conseguir con quién pasarla.
Nos largamos a reir . Nos despedimos en la esquina y cada una se fue para su lado.

Ya en casa me preparé algo de cenar y conecté mi MSN. Ahi estaba un amigo de toda la vida, en su casa, aburrido y preocupado porque no encontraba con quien salir, mas que eso... lo que no sabía es dónde conseguir alguien " potable" para salir.

Este es un tema actual, intergeneracional, y no distingue género.

Podemos decir muy románticamente que el amor no se busca, sino que llega en el momento menos esperado donde uno se relaja y se deja sorprender.
Podemos decir muy concretamente que si uno no sale de su casa y " circula" como dice una gran amiga mía , las posibilidades de encuentro se reducen casi a un nivel cero.

Me quedé pensando en lo difícil que se torna conocer a alguien (que no quiera solo un encuentro sexual con nosotros) tengamos mucha o poca edad, seamos hombres o mujeres, separados o solteros, con hijos o sin ellos.

No es bajón, no es desesperanza. Es una pregunta concreta:

Como se " combate" el desencuentro???