Reencontrándonos

El reencuentro fue magia. Sólo magia.
No hubo mucho que proponer, ni decir, ni plantear sobre lo que ya pasó. Ambos lo sabemos. Sólo fuimos dos almas solitarias con el apuro de volver a juntarse.
Nuestros cuerpos hablaron mucho mas que nuestras bocas.
Silencios, sabanas, caricias,respiraciones profundas; lágrimas de felicidad.
Dos cuerpos lejanos que se conocen a la perfección, que guardan registro de placer indeleble aunque pase el tiempo.
Magia.
Conozco cada centímetro de su piel . Conoce mis cómo, cuánto, y dónde.
Cuánto nos extrañamos!
No hubo preguntas del después. Solo fue el aquí y ahora, el maravilloso aquí y ahora que nos dejo con el alma llena y esa paz en el cuerpo que solo traen los encuentros profundos. Como éste.