lunes, 16 de febrero de 2009

Las olas , el viento y ... sucundum??




10.30/ 11 am. Llega una familia a la playa. Ella de la mano de alguno de sus pequeños hijos, detrás de ella se ve una montaña de bolsos, juguetes playeros, las reposeras, las paletas, el tejo, el bolso matero, y la sombrilla o carpa de esas finitas que son como una media esfera que se arman y desarman que se acerca. Ella camina hasta que se detiene y marca con el dedo un punto en la arena, en cuanto empieza a desensillar esa especie de equeco, asoma la cabeza del marido/pareja que sin decir media palabra procede a armar la carpita o sombrilla en ESE lugar mientras ella desparrama kilos de protector solar entre sus hijos.
Una vez terminadas dichas operaciones ambos se sientan en sus reposeras a leer el diario/libro/revista sin decirse media palabra mientras los chicos revolotean a su alrededor. Ni se miran, salvo para reclamarse uno al otro que se ocupe de los chicos, o que vaya al mar con ellos.

Al observar esta secuencia una y otra vez, en la mayoría de las familias que me rodeaban pensé: son las vacaciones aquellos 7 ansiados días de relax y disfrute familiar que se esperan durante los restantes 358 días del año o son una pesadilla ?

Mi pensamiento y abstracción se vieron interrumpidos por una vieja conocida que se sentó al lado mío después de los saludos correspondientes y resopló :
- Que suerte tenés vos que podes venir sola con tus hijos de vacaciones, lo que pagaría yo porque mi marido se vaya unos días y me deje sola!
- Es lo que hay, que te aseguro está lejos de la situación ideal, pero una se acostumbra a todo – le contesté
- Sabés lo que es dormir todas las noches desde hace 10 años al lado del gordo que me ronca sin parar? – insistió.
- Y vos sabes lo que es no tener quién te haga cucharita a la noche cuando caes muerta después de trabajar y correr tras los chicos todo el día?


Y asi seguimos un rato riéndonos de nosotras mismas y de nuestros deseos de ocupar el lugar de la otra, al menos por unos días.

45 minutos después se fue, y me dejó pensando algo que había ya escuchado hace unos años:
Es acaso el matrimonio como un colectivo de larga distancia donde los que están abajo quieren subir y los que están arriba quieren bajar ¿?

sábado, 7 de febrero de 2009

El mar




El mar tiene una magia particular.

Muchas veces en mi vida me quede horas mirándolo. Imaginando qué hay del otro lado, pensando en que justo del otro lado, en la otra costa que yo no llego a divisar habra alguien que está también contemplando su inmensidad.
Cuantos misterios guarda. Cuantas promesas, deseos, pedidos.
Lugar final de tanta gente que pide que al morir sus cenizas sean esparcidas en él.
Fuente de inspiración para tantos artistas, para las canciones de amor mas bellas, para las obras de arte mas increíbles.

Mañana me voy a pasar unos días al lado del mar. Esta vez me propuse que sea mi punto de inflexión. Intentaré dejar que mi pena y angustia de los últimos días se quede allá, permitiendome renovar fuerzas para empezar otro momento de mi vida. Definitivamente más feliz.

Ojalá lo logre.